Sr. Mondria, usted diseñó el estand de Fronius para la feria comercial SCHWEISSEN & SCHNEIDEN 2017. ¿Cuáles fueron los desafíos principales a los que se enfrentó durante este proyecto?
La dificultad siempre está en tomar los mensajes principales, los objetivos y la visión de una empresa, y presentarlos de un modo significativo para los visitantes de la feria comercial a distintos niveles. Básicamente, debemos cerciorarnos de que el estand se convierta en parte del mensaje seleccionando cuidadosamente el diseño estructural. Nuestro objetivo es crear una impresión duradera y transmitir todos los aspectos importantes.
¿En qué se inspiró para el estand de Fronius?
Fue la visión y el mensaje de la empresa: Let's get connected. Es claro que esto tiene implicaciones tecnológicas, pero, para mí, se refiere principalmente a las personas. Tomamos este mensaje como nuestro punto de inicio. El elemento central, el arco, es un símbolo que refleja distintos materiales que se unen, y fue esta metáfora en el centro de todo lo que verdaderamente me inspiró.
La comunicación digital fue uno de los puntos de atención en el estand. ¿Dónde considera que nos llevará la tecnología de vanguardia de los medios de comunicación?
Lo que es verdaderamente emocionante en este momento es la realidad aumentada, o debo decir, la realidad mixta, que es la conjunción del mundo real y el digital. En cinco años tendremos infraestructuras en las que no habrá distinción entre la vida real y la virtual. Un prototipo de esto que me viene a la mente es el de las gafas Magic Leap One. También se están llevando a cabo desarrollos innovadores en el campo de la interfaz cerebro-computadora (ICC), que gira en torno a la tecnología que se está usando para permitir al cerebro interactuar directamente con dispositivos. La tecnología médica ya está muy avanzada aquí y puede incluso actuar como un puente para los impulsos nerviosos de los pacientes en coma, a fin de que recuperen la capacidad de comunicarse. La interfaz ICC también se puede usar para interpretar la actividad cerebral y estimular el cerebro. Todos estos desarrollos son sumamente emocionantes, pero también plantean una serie de cuestionamientos morales.
¿Considera que estas nuevas tecnologías quizá representen el fin de la exposición física de productos en los estands de ferias comerciales?
No, no lo creo. Pero existe el peligro de perder nuestro punto físico de referencia en un mundo digital. Por eso es muy importante que no eliminemos los productos reales que podemos tomar en nuestras manos. Aunque esta visión parece estar cambiando con la próxima generación, para mí, todavía no hay nada como poder tomar, tocar, ver y probar un producto. Si usted me pregunta, sería una verdadera pena si esa dejara de ser una opción.
A medida que la digitalización continúa avanzando, ¿considera que existe la probabilidad de que los humanos pronto se conviertan en meros objetos?
Considero que esta es una pregunta que efectivamente debemos tomar con mucha seriedad. Entre el 30 y el 40 por ciento de los empleos de la sociedad de la actualidad no existirán en los próximos 10 a 20 años. Nos corresponde a nosotros reconocer este parteaguas y actuar en consecuencia. Debemos pensar detenidamente en cómo, en los próximos 30 a 50 años, podemos aprovechar algo de la digitalización que sea significativo para nosotros como personas. Debemos reconocer que una persona no puede procesar imágenes satelitales entregadas en una secuencia de tiempo inconcebible tan rápidamente como puede hacerlo una máquina. Pero lo que podemos hacer es crear algo nuevo. Lo “único” que podemos hacer ahora es aprovechar este hecho al máximo para que redunde en beneficio de la humanidad.
¿Cómo sugiere usted?
Tenemos los fundamentos tecnológicos para que las máquinas puedan encargarse de la producción y el trabajo analítico. De esta forma, nosotros, los humanos, tenemos la libertad de concentrarnos en nuestro planeta y en nuestro comportamiento con los demás. Hay muchísimas áreas que necesitan nuestra atención: el plástico en los océanos, el cambio climático, la equidad social, y la lista no acaba ahí. Por primera vez en la historia, tenemos la capacidad de producir suficientes alimentos para satisfacer las necesidades de toda la población mundial. No obstante, muchas personas aún mueren de hambre. Pero ¿por qué? Aún no tenemos las cosas en orden aquí. Debemos usar los recursos que tenemos a nuestro alcance, nuestros cerebros, para crear las soluciones ante estos problemas.
Por lo que comenta, parece que usted percibe la digitalización como la fuerza de impulso de un método más humano.
Eso es lo que creo exactamente. Cuando comencemos a dirigirnos en la dirección correcta, la humanidad verdaderamente podrá beneficiarse de estos desarrollos tecnológicos de una vez por todas, en la forma en que vivimos juntos en este planeta.
¿Esto aplicará a todas las fronteras y culturas?
No será posible solo transferir los modelos que hemos desarrollado directamente. El mundo sencillamente no podrá sobrellevarlo. En cambio, es hora de empezar a pensar en cómo podemos trabajar más allá de las dependencias culturales. Y eso exigirá tiempo; tomar la digitalización como nuestro punto de inicio para ver cuáles son las opciones que nos ofrece. Pero depende de que la sociedad dé el primer paso.
MICHAEL MONDRIA, el hombre detrás de la entrevista
Michael, originario de Viena, estudió ciencias de la computación en la Universidad Johannes Kepler de Linz, antes de asumir la función de ingeniero de software y vicepresidente de Servicios Profesionales en la empresa de software multinacional Fabasoft AG para los siguientes 15 años.
Su siguiente paso fue incorporarse al equipo de Ars Electronica. Después de cinco años como director de Desarrollo Comercial en el laboratorio del futuro Futurelab, fundó una empresa de software llamada Memetics GmbH en Berlín. Se desempeñó como director ejecutivo ahí durante dos años y después decidió volver a Ars Electronica, donde se ha estado encargando de la unidad de negocio Ars Electronica Solutions como director sénior desde entonces.
Fuera del trabajo, dedica su tiempo a proyectos sociales. Por ejemplo, trabaja con su organización privada Pagura Idea en Nepal para reconstruir villas destruidas por el temblor de 2015.